¡Los enemas son aliados imprescindibles para cualquier práctica que involucre la puerta trasera!
Para usar un enema sin fracasar en el intento sigue estos pasos:
- Antes de que cualquier otra cosa suceda, asegúrate de haber evacuado la mayor cantidad posible de desechos de forma natural.
- Lava la zona perineal y rectal con agua tibia y jabón neutro.
- Llena el contenedor del enema con agua tibia o a temperatura ambiente (para ello solo retira la boquilla y rellena el cuerpo del enema).
- Aplica lubricante en la punta de la boquilla para introducirlo con mayor facilidad, a unos 3 cm de profundidad, puedes hacerlo mientras estás sentadx en el inodoro para estar más comodx.
- Presiona suavemente el enema para esparcir el líquido, es importante que no lo sueltes hasta sacarlo para que no ingrese el agua sucia.
- Retira la boquilla y espera de 3 a 5 minutos, una vez transcurrido ese tiempo, puja y espera a que todo salga.
¡Y listo! Con esos sencillos pasos estarás limpiecitx